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Calaverita de Gianluca

La huesuda muy sonriente
bajó un día a la escuela,
buscando entre tanta gente
al Gianluca, ¡qué novela!

Pues dicen que es tan listo
que hasta la muerte dudó,
“si me lo llevo hoy mismo
capaz que él se me escapó”.

Gianluca la vio llegar
con su traje de flaqueza,
y corriendo a carcajear
la dejó en pura tristeza.

“Calaca, yo soy muy joven
y aún quiero mucho jugar,
mejor vuelve otro noviembre
y ya te podrás llevar”.

La flaca se fue frustrada
con su guadaña al hombro,
porque Gianluca con su risa
la dejó hecha solo escombros.

Así que en este panteón
se escucha una queja loca:
“La próxima vez que lo vea
¡le tapo esa sonrisota!”